martes, 20 de mayo de 2008


...." El cadáver de Dios, es demasiado grande y,
cuando lo arrojamos de nuestro corazón
en el mar tormentoso de la duda,
hace un oleaje tan estrepitoso,
que su eco asorda muchos
años de nuestra vida".....

...La duda, no se decreta: la duda nace;
su aparición se anuncia, con un fragor de derrumbamientos....
¿quien, no ha temblado sintiendose próximo a aquel mar tenebroso, donde naufraga todo? Detenidos en sus riberas después de haber arrojado en sus ondas tumultuosas las estatuas de nuestros dioses, y , el oro virgen de nuestras últimas creencias, lo miramos con una engañosa serenidad, y , entramos en él, llevando en nuestro corazón todas sus borrascas.
y, emprendemos el viaje por sus soledades sin riberas...
ese viaje que no se acaba nunca,
hacia las playas remotas,
que no se tocan jamás...


No hay comentarios: